El Amor brujo es una obra de carácter completamente gitano, por lo cual esta gira entorno a lo que es la hechicería, el carácter arcaico y religioso, dolor, amargura, celos, angustia, el amor vulgar y las bellezas de una raza, matices sonoros, la imitación de melodías y ritmos andaluces, la parte mística, conjuros, música con ritmos binarios de carácter mágico y embrujado( los cuales quedan exitosamente plasmados en una de las evocaciones hechas por las gitanas: “Pa que venga, pa que venga!”), entre otros. Una de las danzas principales de la obra (o la más importante) es La Danza del Fuego Fatuo. Esta danza está inspirada sobre la antigua danza gitana llamada La Tarántula. En este momento culminante de la obra, se muestra al fuego como un elemento purificador que emerge con un poder sanador sobre los espíritus embrujados y que destruye los pensamientos negativos y malignos, los cuales había impuesto el fantasma sobre Candela para embrujarla. En esta danza se puede apreciar lo que es el amor optimista, ya que Candela se reúsa a rendirse y usa todo lo que está a su alcance para recuperar su cordura y así reclamar el amor perdido de Carmelo. La música que acompaña a esta danza siniestra se desarrolla en sonoridades discordantes y extrañas en las cuales se puede ver reflejado el miedo y el agobio que siente Candela al luchar contra el embrujo. La letra de La canción del fuego Fatuo personifica al amor como un ser necio, obsesionado, engreído, orgulloso, vanidoso y que carece de razón (curiosamente es el mismo significado de la palabra “fatuo”), explicando que “cuando tú quieres (persigues) a una persona, ella no te quiere, y cuando alguien te quiere (persigue) a ti, tú no le quieres a él.” Exponiendo así al amor como una peligrosa y trágica contradicción de sentimientos en la cual de cualquier manera y en algún momento la persona enamorada se va a perjudicar y acabará sufriendo. El final de la obra culmina con la reconciliación de Candela y Carmelo, en la cual ocurre una explosión de amor, pasión y alegría a la luz del amanecer y al son de las campanas.
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ReplyDeleteValerie Lliran
ReplyDeleteSandra Figueroa
El Amor brujo es una obra de carácter completamente gitano, por lo cual esta gira entorno a lo que es la hechicería, el carácter arcaico y religioso, dolor, amargura, celos, angustia, el amor vulgar y las bellezas de una raza, matices sonoros, la imitación de melodías y ritmos andaluces, la parte mística, conjuros, música con ritmos binarios de carácter mágico y embrujado( los cuales quedan exitosamente plasmados en una de las evocaciones hechas por las gitanas: “Pa que venga, pa que venga!”), entre otros. Una de las danzas principales de la obra (o la más importante) es La Danza del Fuego Fatuo. Esta danza está inspirada sobre la antigua danza gitana llamada La Tarántula. En este momento culminante de la obra, se muestra al fuego como un elemento purificador que emerge con un poder sanador sobre los espíritus embrujados y que destruye los pensamientos negativos y malignos, los cuales había impuesto el fantasma sobre Candela para embrujarla. En esta danza se puede apreciar lo que es el amor optimista, ya que Candela se reúsa a rendirse y usa todo lo que está a su alcance para recuperar su cordura y así reclamar el amor perdido de Carmelo. La música que acompaña a esta danza siniestra se desarrolla en sonoridades discordantes y extrañas en las cuales se puede ver reflejado el miedo y el agobio que siente Candela al luchar contra el embrujo. La letra de La canción del fuego Fatuo personifica al amor como un ser necio, obsesionado, engreído, orgulloso, vanidoso y que carece de razón (curiosamente es el mismo significado de la palabra “fatuo”), explicando que “cuando tú quieres (persigues) a una persona, ella no te quiere, y cuando alguien te quiere (persigue) a ti, tú no le quieres a él.” Exponiendo así al amor como una peligrosa y trágica contradicción de sentimientos en la cual de cualquier manera y en algún momento la persona enamorada se va a perjudicar y acabará sufriendo. El final de la obra culmina con la reconciliación de Candela y Carmelo, en la cual ocurre una explosión de amor, pasión y alegría a la luz del amanecer y al son de las campanas.